Abigail Cross

Nombre Completo: Abigail Cross

Alias: Abigail, Abby, Abi....

Edad: 17 años

Raza: Bruja

Físico[Solo se acepta imagen]:


Personalidad: Un poco tímida y temperamental, sus poderes están conectados con sus emociones, tanto que si se descontrola puede hacer nevar en un día soleado.
Es alegre casi todo el tiempo, y cariñosa, bondadosa casi siempre... sin pedir nada a cambio, solo un gracias le basta.
Aunque sea algo tímida, es amigable y le encanta conocer a gente nueva... casi siempre.

Familia: Que ella sepa, está sola.

Dones: Poder sobre la naturaleza y su clima y parálisis temporal.

Historia: Fue quemada en la caza de brujas realizada en 1692 en Salem, no recuerda nada de esa vida, sus recuerdos intentan abrirse paso pero hasta la fecha de su muerte no lo podrán lograr, y aún así, tampoco serán todos..
Fue una de las pocas hechiceras quemadas con razón y no una simple humana sin nada de magia en las venas, había sido una bruja poderosa, capaz de cambiar el tiempo del día a su placer, aunque siempre lo hacía para bien, casi nunca usó susp poderes para hacer daño a la gente.
Su alma se introdujo en el cuerpo de una niña nacida muerta, dándole la vida y la alegría a esos padres, que murieron cuando ella cumplió los 10 años de edad, dejándola como única heredera de una gran fortuna, vivió hasta ahora con su abuela, pero hace pocos meses que murió. El mismo día que sus poderes volvieron a su cuerpo.
Al haberse reencarnado de esa forma, no recuerda nada de su otra vida, para ella solo ha habido una Abigail Cross y es la de esta época, con esa edad.
Nunca ha tenido pareja, ni en esta vida ni en la otra, ya que no le dieron tiempo al quemarla con 18 años.
Siente algo raro en estos momentos, como si algo malo le hubiera pasado o le fuera a pasar, lo pasará mal el día del aniversario de su muerte, ya que sentirá lo mismo que esa noche al arder, será muy duro para ella y aún no se sabe si podrá sobrevivir después de esa quema.
A parte de esos poderes, está aprendiendo a realizar los hechizos y maldiciones, pero aún no se fía mucho de lo que puede crear, ya que no controla ni su don ni los hechizos.