¿Feliz? Cumpleaños (Libre)

Era viernes 13. Siempre esa fecha se ha considerado de mal augurio, pero para mi es linda. Hacia un día cálido y bastante lindo. Hoy era mi cumpleaños numero 17 y estaba decidida a pasarlo de lo lindo. Desde hacia una semana había estado planeando como festejarlo. Me desperté temprano, me arregle y baje a la cocina. Iba a hacer un pastel. No parecía haber vida en la casa, pero eso no importaba, yo me la iba a pasar bien, asi estuviera yo sola con el libro de las sombras y la televisión.
"Sabes bien que eso no es cierto, Melinda" una vocecita surgio en mi cabeza. "Nadie te ha felicitado... seguro no les importas porque eres la menos poderosa" sacudi la cabeza e intente sacar esas ideas de mi mente. Saque todo para hacer el pastel y comencé con mi tarea. Lo meti al horno y saque unas fresas y el betun para adornarlo cuando estuviera listo. Comence a partir las fresas y entonces me corte un dedo. Me lo lleve a la boca. "Ni siquiera puedes partir unas fresas sin sangrar. ¿Que puedes esperar contra los demonios?" estúpida voz. Hice una mueca y fui a buscar un curita, envolví mi dedo en el y regrese a la cocina. Me senté a esperar que el pastel estuviera listo, mientras, envié mensajes de texto a mis primos para que vinieran a festejar.

Me había levantado bien temprano hoy, sabía que era el cimpleaños de mi prima ¿cómo olvidarle? Me sabía todos los cumpleaños de pe a pa, si me hicieran un examen de ello aprobaría fijo.
Tenía que comprar el regalo a mi prima, por eso que me hubiese levantado tan pronto.
Estube en muchísimas tiernas, pero no encontraba el regalo perfecto para mi querida prima, en realidad no sabía que era lo que necesitaba, pero al fin en una de las mil tiendas a las que pasé vi algo, sí, esperaba que la gustase, lo compré enseguida.
Yendome hacía la casa seguramente a estarían montando la fiesta que siempre hacíamos por los cumpleños. Entré en la casa sigilosamente sin hacer un ruido y subí hacía mi habitación para dejar la bolsa con el regalo se lo daría más tarde con todos los demás.
Me puse un vestido, el cuál había dejado para este momento, un vestido precioso y bajé de nuevo sigilosamente hasta la cocina, se olía aquel delicioso pastel. Me acerqué a ella tapandola los ojos - Muchisimas Felicidades Mel - Dije con una enorme sonrisa, esperaba que al menos reconociese mi voz.